Autismo y Trastorno Generalizado del Desarrollo
Se habla del autismo como un síndrome con el cual se nace o se desarrolla en la infancia, ya sea por etiología conocida o desconocida (que suele ser el mayor de los casos).
Parece que existe una imagen del autismo como de aquel niño que no se relaciona con los demás, tiene comportamientos estereotipados y es superdotado. Por mi experiencia es muy difícil encontrar un caso así, siendo lo más común encontrar trastornos de espectro autista o Transtorno Generalizado del Desarrollo (T.G.D.) caracterizados por un retraso mental y problemas en la comunicación y relación social. Esto es porque el autismo está englobado dentro de los T.G.D. y por lo tanto nos podemos encontrar síntomas o características muy diferentes entre los afectados, pudiendo ser referenciados como autistas, siendo verdad, que muchos pacientes con T.G.D. muestran características parecidas con los autistas también. Es por ello que, actualmente, va cobrando mayor uso la denominación de T.E.A. (Trastornos del espectro autista) para referirnos a este conjunto de trastornos que comparte una sintomatología nuclear común.
Los T.G.D. comprenden un amplio conjunto de trastornos. Algunas clasificaciones diagnósticas como el C.I.E.-10 (Clasificación multiaxial de los Trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes) intentan poner cierto orden y permiten el diagnostico diferencial dentro de los T.G.D. en función de la discriminación de los diferentes síntomas. A saber distingue entre: Autismo Infantil , Autismo atípico, Síndrome de Rett, Otros trastornos desintegrativos de la Infancia, Trastorno Hipercinético con retraso mental y movimientos estereotipados, Síndrome de Asperger, Otros Trastornos Generalizados del desarrollo y Trastorno generalizado del desarrollo sin especificar.
Las características del autista pueden ser poco o ningún uso del lenguaje, ecolalia, obsesión por objetos (necesitan llevar objetos que les han gustado a todas partes), no realiza contacto visual con la persona que le habla, realiza movimientos estereotipados con el cuerpo y las extremidades, conductas agresivas sin explicación puede que autolesivas, no juega con los demás niños ni responde a su nombre, suelen quedarse quietos mirando un punto, ser hipercinéticos o muy pasivos, etc.
La fisioterapia en estos casos suele ir muy dirigida a trabajar las áreas necesarias para estimular el desarrollo cognitivo y motriz a través de la psicomotricidad favoreciendo también el contacto con otros niños a parte de otras terapias como la estimulación multisensorial o vojta.